Cambiar las ventanas de casa siempre suena a lío: polvo, escombros, reformas interminables… Pero ¿y si te dijéramos que se pueden cambiar sin hacer obra? Sí, así como lo lees. Existen soluciones modernas y prácticas que permiten sustituir tus viejas ventanas sin tener que meterte en una reforma completa. Y lo mejor es que puedes disfrutar de un mejor aislamiento y estética sin complicarte la vida.
En este artículo, te contamos qué tipos de ventanas permiten una instalación sin obras, qué ventajas ofrecen y qué aspectos debes tener en cuenta antes de dar el paso. ¡Comencemos!
¿Qué tipos de ventanas se pueden instalar sin obra?
La buena noticia es que hoy en día no hace falta desmontar media casa para cambiar las ventanas. Gracias a los avances en materiales y sistemas de instalación, existen varias opciones, y a continuación, te decimos cuáles son.
Ventanas de PVC
Instalar ventanas de PVC sin obras es de las opciones más populares. Esto es porque, además de poder colocarse directamente sobre el marco antiguo si está en buen estado, tienen una gran capacidad de aislamiento, lo cual mejora notablemente la eficiencia energética del hogar. Asimismo, el PVC es un material muy resistente, versátil, duradero y que apenas requiere mantenimiento.
Ventanas con marco de renovación
Este tipo de ventanas está diseñado precisamente para sustituir otras sin necesidad de hacer obra. ¿Cómo lo hacen? Pues bien, se instalan sobre el marco antiguo, cubriéndolo por completo con uno nuevo que incorpora las hojas y el sistema de apertura. Además, el resultado es muy estético, ya que el nuevo marco oculta completamente el anterior y se adapta maravillosamente al hueco existente.
Ventanas correderas o abatibles
Tanto las correderas como las abatibles pueden instalarse sin obra si el sistema lo permite. Las correderas son las más convenientes para estancias donde no sobra espacio, dado que no invaden el interior al abrirse. Las abatibles, en cambio, suelen ofrecer mejor aislamiento acústico y térmico y permiten una mayor ventilación al poder abrirlas por completo.
¿Qué ventajas tiene cambiar ventanas sin obra?
Optar por un cambio de ventanas sin obras tiene muchas ventajas, sobre todo si vives en una casa habitada o no quieres meterte en reformas largas. Aquí te dejamos algunas de ellas.
Instalación más rápida y limpia
Sin duda, una de las principales ventajas de la instalación de ventanas sin obra es la rapidez. En la mayoría de los casos, este tipo de cambios puede hacerse en pocas horas y sin interferir demasiado en tu rutina diaria. Y como no hay que picar paredes ni generar escombros, la limpieza posterior también es mínima.
Sin necesidad de reformas ni escombros
Cambiar las ventanas sin obra significa, literalmente, sin obras. Por tanto, no hay que tirar paredes, romper marcos ni generar montañas de escombros. Todo el proceso se realiza sobre la base existente, lo que simplifica muchísimo las cosas. Esto también se traduce en menos molestias para ti y para tus vecinos. Y por si fuera poco, te ahorras costes extra relacionados con la retirada de escombros o arreglos posteriores.
Menor impacto en la estética interior de la vivienda
Por último, cuando se cambian ventanas sin obra, el acabado interior se mantiene prácticamente intacto. Los marcos de renovación, por ejemplo, están diseñados para integrarse visualmente con los acabados ya existentes. Esto significa que no tendrás que volver a pintar o rehacer el marco interior. Así que no solo ganas en comodidad, sino también en estética.
¿Qué tener en cuenta antes de cambiar las ventanas de casa?
Ahora bien, aunque cambiar ventanas sin obra es una solución estupenda, hay ciertos aspectos que no puedes pasar por alto. Por ello, antes de tomar la decisión, te recomendamos tener en cuenta los siguientes puntos.
Estado del marco original
Lo primero y más importante que debes hacer es revisar bien el marco que ya tienes. Si está deteriorado, hinchado por la humedad o con grietas significativas, lo más probable es que no sea apto para una instalación sin obra. Así que, en estos casos, lo más recomendable es optar por una solución completa que sí requiera obra, pero que garantice una base sólida.
Por el contrario, si el marco está en buen estado, entonces adelante, la instalación de ventanas sin obra es una gran alternativa para darle una nueva imagen a tu vivienda.
Tipo de acristalamiento y aislamiento deseado
No todas las ventanas aíslan igual. Es por ello por lo que conviene pensar bien qué tipo de acristalamiento necesitas. ¿Doble o triple vidrio? ¿Con cámara de gas? ¿Tratamiento bajo emisivo? La elección entre uno u otro dependerá de lo que busques, ya sea mantener el calor, aislar del ruido o ambas cosas.
Del mismo modo, el tipo de vidrio que selecciones influirá en el precio final y en la eficiencia energética de tu hogar. Por tanto, no te dejes llevar solo por la estética, y asegúrate de que la ventana cumpla correctamente su función.
Elección de un instalador profesional
Finalmente, cambiar las ventanas, incluso sin obra, no es algo que se pueda hacer de cualquier manera. Su instalación debe ser precisa para garantizar el aislamiento y el buen funcionamiento del sistema. Por esta razón, es imprescindible contar con profesionales con amplia experiencia.
En Hoco, por ejemplo, nos encargamos de todo el proceso, incluyendo desde el asesoramiento inicial y hasta la instalación final. Cuidamos cada detalle para que el cambio sea impecable, y sin obras, claro.
Como has podido ver a lo largo de este artículo, cambiar las ventanas sin obra es posible. Gracias a los sistemas actuales, puedes disfrutar de un hogar más eficiente, silencioso y estético sin pasar por una reforma tradicional. Con opciones como ventanas de PVC, marcos de renovación o sistemas correderos adaptados, todo se simplifica.
Y en Hoco, podemos ayudarte a dar ese paso sin complicaciones. Nos encargamos de asesorarte, mostrarte las mejores opciones y realizar la instalación con el mínimo impacto en tu casa. Así que, si te animas a renovar tus ventanas sin obra, contáctanos ahora mismo y déjanos hacer que tu casa luzca como siempre has querido.