¿Se puede aislar el calor con las ventanas?

Cuando llega el calor, solemos pensar en ventiladores, aire acondicionado o cortinas más gruesas, pero pocas veces reparamos en que una gran parte del calor entra (o se escapa) por las ventanas. Y sí, se puede aislar el calor con ellas. De hecho, unas ventanas bien preparadas pueden reducir notablemente la temperatura de una habitación y hacer que uno se mantenga fresco incluso en pleno agosto.

Por esto, en este artículo vamos a contarte cómo aislar ventanas del calor, qué soluciones hay para las que reciben mucho sol, las ventajas que aporta el aislamiento térmico y los factores clave para que el resultado sea realmente efectivo.

¿Cómo aislar ventanas del calor?

Elegir un buen aislante térmico para ventanas

El aislante térmico para ventanas es la primera barrera contra el calor, y elegirlo bien es vital. Hay opciones como burletes, selladores, láminas reflectantes o incluso cortinas térmicas que pueden hacer una gran diferencia. La elección dependerá de tu presupuesto, el tipo de ventana y el nivel de exposición solar que tengas.

Un aislante de calidad, además de bloquear el calor, también puede ayudar en invierno, evitando que el calor interior se escape. Es decir, funciona como un “doble escudo” que te protege durante todo el año. Y eso, a la larga, se nota en la factura de la luz o del gas.

Instalar cristales que no dejan pasar el calor ni el frío

Los cristales con control térmico o de doble acristalamiento son un clásico por una razón: funcionan. Estos vidrios cuentan con capas especiales que reflejan gran parte de la radiación solar, reduciendo así la temperatura interior sin necesidad de cerrar todo y quedarse a oscuras.

El doble o triple acristalamiento crea una cámara de aire (o gas) entre los vidrios, lo que ralentiza el paso del calor. Esto ayuda en verano y en invierno también, dado que retiene el calor dentro, haciéndolo un sistema eficiente todo el año.

Sellar juntas y marcos para evitar filtraciones

A veces el problema no está en el cristal, sino en las pequeñas rendijas entre el marco y la pared o entre las hojas de la ventana. Esas fisuras, por pequeñas que parezcan, dejan entrar una gran cantidad de aire caliente en verano (y frío en invierno).

La buena noticia es que sellar juntas y marcos es una tarea relativamente sencilla y económica. Con burletes, silicona o selladores específicos se pueden cerrar esos huecos y mejorar notablemente el aislamiento.

Soluciones para ventanas con mucho sol

Uso de persianas

Las persianas son lo típico contra el calor, sobre todo si se colocan en el exterior de la ventana. Actúan como una barrera física que evita que la radiación llegue directamente al cristal, reduciendo la temperatura interior.

Existen diferentes tipos como las enrollables, alicantinas, venecianas… y cada una ofrece un nivel distinto de protección. Incluso puedes encontrar persianas con aislamiento térmico para ventanas incorporado para potenciar su efecto. 

Colocar láminas y filtros para aislar cristales del calor

Las láminas solares o filtros aislantes de calor para ventanas son otra opción práctica y económica. Se adhieren directamente al cristal y reflejan gran parte de los rayos solares, reduciendo el calor que entra.

Algunas de estas láminas incluso tienen propiedades antirreflejo o tintadas para mayor privacidad. Y lo mejor es que puedes instalarlas sin necesidad de obras y retirarlas cuando quieras. Asimismo, este tipo de solución es ideal para quienes quieren mantener la estética de la fachada, ya que existen modelos casi invisibles que no alteran la apariencia de la ventana.

Instalar toldos o protecciones exteriores

Un toldo bien colocado puede reducir notablemente la temperatura interior, especialmente en ventanas que reciben sol directo durante varias horas. Su función es simple y es bloquear la radiación antes de que toque el cristal.

Hay toldos fijos, retráctiles, motorizados e incluso con sensores solares que se despliegan automáticamente cuando detectan luz intensa. Y si se combinan con otras soluciones, como persianas o vidrios de control solar, los toldos pueden ser una herramienta muy potente para mantener a raya el calor.

Vidrios de control solar

Por último, los vidrios de control solar llevan un recubrimiento especial que filtra gran parte de la radiación ultravioleta e infrarroja, lo que significa menos calor y menos decoloración de muebles y cortinas. Esta tecnología es muy útil en climas cálidos, y también ayuda a mantener una temperatura más estable durante todo el año. En invierno, por ejemplo, reduce la pérdida de calor.

Aunque es una opción más costosa que otras, su durabilidad y bajo mantenimiento hacen que sea una inversión inteligente para quienes buscan soluciones a largo plazo.

Ventajas del aislamiento térmico en ventanas

Mayor confort en el hogar

Cuando el calor no entra por las ventanas, la temperatura interior se mantiene estable y agradable, lo que significa que la sensación térmica mejora, y por ende, ayuda a descansar mejor y a concentrarse durante el día. Del mismo modo, una buena temperatura constante evita cambios bruscos que pueden afectar a la salud, como resfriados o dolores de cabeza por corrientes de aire caliente y frío.

Ahorro energético durante todo el año

El aislamiento térmico para ventanas, más allá de ser solo para el verano; en invierno también impide que el calor se escape. Esto quiere decir que, durante todo el año, puedes mantener tu hogar a la temperatura idónea gastando menos energía.

Protección frente a los rayos UV

Los rayos UV suben la temperatura interior y provocan daños en muebles, cortinas y suelos, decolorándolos con el tiempo. Por tanto, un buen aislamiento de cristales para ventanas puede bloquear hasta el 99% de estos rayos, preservando así el aspecto de tu hogar y protegiendo tu piel de una exposición indirecta que, a largo plazo, puede ser perjudicial.

Factores clave para aislar ventanas correctamente

Tipo de marco y material de la ventana

El material del marco influye muchísimo en el aislamiento. El PVC, por ejemplo, es el más destacado para ello, ya que evita filtraciones de aire y es resistente al clima. Además, es económico y duradero.

Calidad del acristalamiento

El acristalamiento es el núcleo del aislamiento. Entonces, si optas por un vidrio de baja calidad, por muy buen marco que tengas, el calor pasará. Por eso, lo mejor es invertir en vidrios dobles, triples o con recubrimiento especial para un buen resultado.

La cámara de aire o gas entre los vidrios actúa como barrera, reduciendo la transmisión de calor y ruido. Así pues, cuanto mejor sea esta capa, mayor será el aislamiento.

Instalación profesional y mantenimiento

Por supuesto, la mejor ventana del mercado no servirá de nada si está mal instalada. Así que no escatimes en un montaje profesional. Un experto asegurará que no queden huecos ni filtraciones que arruinen el aislamiento. 

De igual manera, considera que debes hacer un mantenimiento periódico. Limpiar los marcos, revisar sellados y sustituir piezas dañadas prolonga la eficacia del sistema y mantiene sus beneficios.

Como ves, sí se pueden aislar las ventanas del sol. Esta estrategia crea un hogar mucho más cómodo, eficiente y protegido. Y lo mejor es que existen soluciones para todos los presupuestos y necesidades.

Si estás pensando en mejorar el aislamiento térmico de tus ventanas, en Hoco podemos asesorarte para encontrar la mejor opción y disfrutes de un hogar cómodo todo el año. ¡Pide tu presupuesto hoy!

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