¿Conoces la etiqueta de eficiencia energética? Hemos de concienciarnos de que la sustitución de ventanas poco eficientes energéticamente por otras de mejores prestaciones es una cuestión no solo de ahorro y confort para nosotros, usuarios de viviendas, sino de contribuir a un problema grave y global como el cambio climático.
Hoy en día, esa sustitución se puede hacer fácil y rápidamente en los hogares. De hecho, se dispone además de ayudas económicas estatales para poder realizarla sin un desembolso excesivo.
Algunos datos para hacernos reflexionar
- Las familias somos responsables del 36% del consumo total de energía del país. De este porcentaje, un 18,5% es imputable directamente a los usos energéticos de la vivienda (el resto se refiere al uso de vehículos privados).
- Entre el 25% y el 30% de nuestras necesidades de calefacción son debidas a las pérdidas de calor que se originan en las ventanas.
La etiqueta que nos ayuda a elegir las ventanas más eficientes
Muy bien, ya sabemos que instalar ventanas eficientes es algo necesario pero, ¿cómo sabemos si realmente una ventana es eficiente energéticamente? ¿Cómo sabemos si realmente vamos a ahorrar y contribuir a frenar el cambio climático con esa ventana que me están ofreciendo?
Para eso se creó la Etiqueta de Eficiencia Energética de Ventanas, para ayudar a usuarios y profesionales en la elección de sus ventanas.
Lo primero que hay que decir es que el aislamiento térmico de una ventana, que determina su eficiencia, depende de las calidades del vidrio y del tipo de carpintería del marco. Los fabricantes profesionales someten sus productos a un simulador de eficiencia energética que determina su calificación y les permite lucir esta etiqueta.
¿Cómo es la etiqueta, de qué nos informa?
Lo primero en lo que hemos de fijarnos es que se distingue entre una clasificación de invierno y una clasificación de verano.
La clasificación de invierno, situada a la izquierda, tiene siete niveles de eficiencia, que van desde el color verde y la letra A para las ventanas más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para las menos eficientes.
Si la etiqueta, en la columna central, nos marca una A, el calor de nuestro hogar en invierno ¡no se va a desperdiciar ni una pizca!
La clasificación de verano, en la derecha de la etiqueta, tiene tres niveles de eficiencia: tres estrellas para las ventanas con acristalamiento con control solar, dos estrellas para el acristalamiento con baja emisividad y una estrella para el doble acristalamiento.
Si la etiqueta tiene tres estrellas marcadas en la columna del centro, significa que permiten perfectamente el paso de la iluminación natural del sol, pero ¡filtran muy bien la entrada del calor! Gracias a estas ventanas tres estrellas, mantenemos el fresco en el interior de nuestro hogar.
Aislamiento acústico y datos técnicos de la ventana
La etiqueta también nos aclara la clasificación del aislamiento acústico de la ventana, está en la parte inferior de la etiqueta y tiene cinco niveles de aislamiento en función del nivel de ruido que aísla la ventana.
Por último, están los datos técnicos de la ventana. Es lo más farragoso de la etiqueta, pero te aporta los datos exactos que clasifican la ventana:
- Transmitancia térmica de la ventana (medida en W/m2k).
Este es el indicador del flujo de energía a través de la ventana desde el lado caliente al lado frío. Cuanto más se acerque a 0 mejor, pero un valor de 1,3 está bien.
- Permeabilidad al aire de la ventana.
La permeabilidad de la ventana es la propiedad para disminuir las filtraciones de aire entre los recintos que separa. Se clasifica por clases: clase 0, clase 1, clase 2, clase 3 o clase 4. La clase 4 es la mejor clasificación (menores infiltraciones y por tanto mayor estanquidad). A mayor estanquidad más eficiente térmicamente es la ventana.
- Factor solar del acristalamiento.
Es la característica del acristalamiento de la ventana que permite una mayor o menor transmisión de la radiación solar incidente hacia el interior de la vivienda. El factor solar de un vidrio es un número inferior a uno e indica la relación entre la cantidad de radiación solar que lo atraviesa por la radiación solar total que incide sobre el vidrio de la ventana.
Es un poco lioso, pero sepamos que las ventanas con vidrios simples están en un valor de 0.88 más o menos y que las ventanas mejor acristaladas pueden llegar a tener un valor de hasta 0.10! Aunque, tengamos en cuenta, que el valor óptimo dependerá del efecto que se busque según la ubicación de la vivienda (orientación principal, situación geográfica, estación del año, etc.). No siempre buscaremos el valor más próximo a 0, en situaciones de poco soleamiento (orientaciones norte, pocas horas de sol, clima frío, etc.) hay que buscar el equilibrio, por lo que el intervalo normal para obtener la mejor clasificación oscila entre 0.3 y 0.4.
- Aislamiento acústico de la ventana.
Por último, la etiqueta nos proporciona información detallada de esta característica de la ventana, que permite valorar el mayor o menor aislamiento acústico frente al ruido exterior. Se calcula en decibelios (dB) y las ventanas normales tienen un índice de aproximadamente 24 dB, pero si tienes problemas de ruidos en tu hogar, ¡que no baje de 32 dB!
Ya sabes cómo interpretar la Etiqueta de Eficiencia Energética de una ventana. Exígela cuando vayas a cambiar tus ventanas, y si quieres máxima eficiencia, no dudes en instalar una ventana HOCO, ¡diseñadas para casas de consumo casi nulo y con unas prestaciones excepcionales!
Y recuerda, si tienes alguna duda acerca de nuestras ventanas con etiqueta de eficiencia energética, no dudes en contactarnos y pedirnos presupuesto.